Post 17: ¿Por qué en nuestra Sudamérica, prácticamente no existe la cultura de cuidar debidamente los Contratos?

(por Antonio Iribarren Catalán, Ingeniero Civil Mecánico, Consultor Senior QDRclaims)

En oportunidades cada vez más frecuentes, al columnista le ha tocado escuchar de ejecutivos de la alta gerencia, tanto de empresas Mandantes como de Contratistas, que no tienen herramientas para ir a justificar a sus directorios, los beneficios de Prevenir Claims y Gestionar Controversias: “no tengo ítem”: no existe en la estructura de mis costos (licitación/oferta).

La pregunta (dura) es: Los Owners ¿están enterados de esta “cultura” de no cuidar los contratos?

Reitero que Claims no se enseña en la academia, ni existe un recetario de cómo resolverlos, por lo que será absolutamente necesario realizar un gran trabajo para lograr instalar en el mundo de los contratos en los proyectos, que se reconozca e internalice la alta frecuencia de ocurrencias de controversias/conflictos/Claims.

Los Mandantes y Contratistas están muy conscientes de los importantes recursos monetarios, de mano de obra y equipos que deben comprometerse a un contrato y del efecto adverso que cualquier aumento de estos compromisos de recursos tendría en sus resultados finales: deben ser educados acerca de Claims y Resolución de Controversias, para proteger la inversión significativa de recursos.

Recordemos que a nivel mundial, el año 2004, 2-5% de los contratos tenían Claims, y 10-15% Ordenes de cambio, lo que totaliza entre 12-20% de crecimiento total (fuente: Pinnel&Busch Inc.).

En Chile, el año 2014, 10-15% de los contratos tuvieron Claims, y 25-30% Ordenes de cambio, lo que totaliza entre 35-45% de crecimiento total (fuente: datos propios).

Ya no es
posible soslayar que los Claims forman parte integral de la ejecución del contrato en ejecución:
un Administrador Profesional de Contratos1 (experimentado), sabe con mucha antelación -desde la génesis del contrato- que habrá Claims, por lo tanto, debe identificar las potenciales fuentes de Controversias, proyectarlos en el tiempo, y generar las acciones para prevenir y planificar de la misma forma como se hace con los aspectos técnicos del contrato.

Es imposible suponer que las bases contractuales -sin importar el modelo o estándar usado- podrán regular cualquier y todos los aspectos de una relación contractual, de modo que no se escapen aspectos que puedan terminar en controversias.

A título de ser reiterativo, si es que tenemos claro lo anterior, ¿Por qué, mayoritariamente, no existe l cultura de cuidar los contratos?

En opinión del columnista, y declaro vehementemente una vez más, es debido a que entre otros:

· No hemos logrado instalar en el mundo de los proyectos, que se reconozca e internalice la alta frecuencia de ocurrencias de controversias/conflictos/Claims en los contratos.

·       Los Mandantes y Contratistas no han sido debidamente educados respecto como abordar metodológicamente situaciones Claims.

·       No existe en la estructura de sus costos, ítem Claims y Gestión de Controversias.

·       Los contratos de construcción priorizan el avance constructivo por sobre el resto de actividades.

·       Los gerentes no tienen como justificar a sus directorios, los beneficios de Prevenir Claims.

·       Es muy poco frecuente constatar la aplicación de mecanismos de análisis detallados de los daños/costos, análisis para determinar las desviaciones de cronogramas y mucho menos Relaciones Causa-Efecto que muestren el impacto.

·    No se aplican desde el inicio del contrato los mecanismos (metodologías, técnicas y herramientas) que permitan zanjar controversias, y/o mejor controlar/mitigar los problemas asociados a desviaciones en el alcance, atrasos en el cronograma y sobrecostos en los Contratos.

·       
Lejos de ser una amenaza, los gerentes -con la ayuda de una consultoría experta- pueden ganar una mejor evaluación de su gestión, lograr mejores resultados para su empresa, metas cumplidas y mejora de imagen personal ante pares y superiores, a un precio económicamente razonable.

 

1Administrador de Contratos/Gerente de Proyectos -segun uso y costumbre local- es la máxima autoridad a cargo del contrato, nombrado y empoderado por la organización, para planear, programar, ejecutar, controlar y coordinar los recursos y alcanzar los objetivos del contrato, proporcionando la dirección general del trabajo: la gestión por el resultado del Negocio queda en sus manos (una sola persona), de principio a fin.

Estimado lector, según tu conocimiento y experiencia, tal vez te interese examinar otros artículos similares: si ese fuera el caso, QDR pone a tu disposición https://qdrclaims.com/comunidad-repositorio/

Post 14: Administrador profesional de Contratos

(por Antonio Iribarren Catalán, Ingeniero Civil Mecánico, Consultor Senior QDRclaims)

El columnista ha vivido la experiencia de que en algunos países de Sudamérica, el Administrador de Contratos1 cumple roles totalmente diferente respecto de otros países.

Veamos: un contrato es “un acuerdo jurídicamente vinculante entre dos o más partes”. El acuerdo, es decir el Contrato y la “La Ley del Contrato” consustancial al acuerdo y sus complejidades, se debe Planificar, Organizar, Ejecutar, Controlar y Coordinar por cada parte, es decir Administrar, según la condición de mandante o contratista y según sus intereses.

Tanto el mandante como el contratista administran el contrato con finalidades similares (cumplimiento del alcance, del plazo y el presupuesto, identificación temprana de controversias, etc.). Administrar implica entonces, poner recursos en acción para lograr un resultado esperado, direccionando el trabajo de otros.

Administrar un Contrato es administrar un Negocio, y la gestión por el resultado del negocio queda en manos de una sola persona, de principio a fin: el Administrador de Contrato, que es la persona nombrada y empoderada por la organización, para liderar y llevar a cabo el trabajo definido, e implementar los cambios aprobados para alcanzar los objetivos del Contrato, proporcionando la dirección general del trabajo del Contrato.

Ahora bien, por definición, un proyecto es un esfuerzo temporal que se lleva a cabo para crear un producto, servicio o resultado único, con un principio definido y un final definitivo: en ese contexto, un Contrato es también un Proyecto (esfuerzo temporal con un principio definido y un final definitivo), al cual aplican procesos de los Grupos de Procesos y áreas de conocimientos de la Dirección de Proyectos.

Dicho eso, la Administración Profesional de Contratos es la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas a actividades del contrato para cumplir con los requisitos del mismo, que requiere –en opinión del columnista entre otros- la gestión eficaz de al menos 27 procesos de los Grupos de Procesos (Planificación, Ejecución, Seguimiento y Control y del Cierre) y las 10 áreas de conocimientos del PMBoK.

Dado que los Contratos son de naturaleza temporal, el éxito de un Contrato se mide en términos de completar el Contrato dentro de las restricciones de alcance, tiempo, costo, calidad, recursos y riesgo, tal y como se adjudicó.

Sin embargo, la comprensión y aplicación de conocimientos, herramientas y técnicas que se reconocen como buenas prácticas, no son suficientes para gestionar los Contratos de manera eficaz.

Además de las habilidades especificas a un área y de las competencias generales en materia de gestión requeridas para el Contrato, una Administración de Contratos eficaz, requiere que el Administrador Profesional de Contratos cuente con las siguientes competencias:

  • Conocimiento: Se refiere a lo que el Administrador de Contratos sabe sobre la Administración de Contratos
  • Desempeño: Se refiere a lo que el Administrador de Contratos es capaz de hacer o lograr cuando aplica sus conocimientos sobre la Administración de Contratos.
  • Personal: Se refiere a la manera en que se comporta el Administrador de Contratos cuando ejecuta el Contrato o actividades relacionadas con el mismo. La eficacia personal abarca actitudes, características básicas de la personalidad y liderazgo, lo cual proporciona la capacidad de guiar al equipo del Contrato mientras se cumplen los objetivos del Contrato –y por ende también los del proyecto- y se equilibran las restricciones del mismo.

Los profesionales que participan en esta administración, son los que tienen la mejor oportunidad para manejar la relación mandante-contratista, de forma tal que los Controversias no escalen a Conflictos, evitando o reduciendo potenciales y perjudiciales Claims contractuales y las resultantes pérdidas económicas asociadas.

Los procesos más importantes e innovadores según QDR, son Desarrollar el Plan de Ejecución del Contrato y el Plan de Gestión de Controversias, que definen, preparan y coordinan todos los planes secundarios y los incorpora en un plan integral para la ejecución del Contrato, considerando el Riesgo de la Ejecución.

  • El Plan de Ejecución del Contrato es el que define las estrategias para cumplir con el alcance del trabajo, el plazo y el costo, además de las Condiciones y Requisitos del contrato, detallando enfoques, estrategias, planes, requerimientos y descripciones de los requerimientos.
  • El Plan de Gestión de Controversias es el que describe los procesos necesarios para eliminar, prevenir o mitigar el surgimiento de las Controversias en los contratos proyectando para el proceso de Ejecución, potenciales cambios en el encargo, causas raíz de controversias, de modo de pronosticar el potencial impacto esperado y preparar las acciones tendientes a su mitigación.

Dejemos establecido entonces, que pese a que en algunos países de Sudamérica el Administrador de Contratos cumple roles totalmente diferente respecto de otros, cuando nos referimos a un Administrador de Contratos, nos estamos refiriendo a un Administrador Profesional de Contratos.

 

1 Administrador de Contratos/Gerente de Proyectos -segun uso y costumbre local- es la máxima autoridad a cargo del contrato, nombrado y empoderado por la organización, para planear, programar, ejecutar, controlar y coordinar los recursos y alcanzar los objetivos del contrato, proporcionando la dirección general del trabajo: la gestión por el resultado del Negocio queda en sus manos (una sola persona), de principio a fin.

Post 04: Administración de Contratos: una proposición

Un contrato no es más ni menos que “un acuerdo jurídicamente vinculante entre dos o más partes”. 

El acuerdo, es decir el Contrato y la “La Ley del Contrato” consustancial al acuerdo y sus complejidades, se debe Planificar, Organizar, Ejecutar y Controlar por cada parte, es decir ADMINISTRAR, según la condición de mandante o contratista y según sus intereses. Tanto el mandante como el contratista administran el contrato con finalidades similares (Cumplimiento del alcance, del plazo y el presupuesto, Identificación temprana de controversias, etc.).

Un elemento diferenciador de la posición de las partes, es “Satisfacer la expectativa respecto al valor del contrato”. En este espacio se localiza la mayor tensión del contrato, Cuanto quiero pagar – Cuanto quiero cobrar, expectativas nunca declaradas.

Sobre el precio, solo conocemos un valor discreto, acotado, que es el valor de la oferta aceptada y que las partes previo a la asignación han discutido, negociado y acordado, sin nunca antes haber declarado “su expectativa del negocio”.

Podríamos graficar la tensión como se indica en la figura.

Entonces, según esta disquisición, Administrar el Contrato, más allá de la definición estándar que debemos dar por entendido que las partes ejecutar de manera impecable (habitualmente no es así), es conseguir posicionarse en algún lugar de la Zona de Negociación:

  • El Mandante lo más alejado de B dirigiéndose a A,
  • El Contratista lo más próximo a Z

Sentado que la administración pasa a ser un commodities, por lo genérico, básico, y sin diferenciación, el arte de “Administrar Contratos” está en conseguir para su parte, la mejor posición en esa zona de negociación.

El posicionamiento se consigue con el registro y gestión impecable de la data e información generada durante la ejecución misma, en terreno, día a día, actividad a actividad. Mientras no existan los sensores captadores de la información que genera el sistema multivariable, que es el Proceso de Ejecución del contrato, el registro y gestión lo debe realizar el conjunto de profesionales especialistas que constituyen los equipos de trabajo de cada parte.

La administración de contratos bien hecha es invisible, solo se nota en los resultados, pero las marcas de una administración mal hecha son muy evidentes: accidentes, pérdidas de negocios, mala reputación corporativa, Claims formales judicializados, etc. 

Invertir recursos en administración es como cualquier otra medida preventiva: nunca realmente se dará cuenta de cuánto tiempo y dinero le ha ahorrado/generado.

 

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Rafael Menéndez

Post 03: Bases de licitación

(por Enrique Durán Reyes, Ingeniero Civil Metalúrgico, Consultor Senior QDRclaims)

Según lo informé en POST 2, en esta ocasión presentaré algunas ideas fuerza sobre Bases de Licitación, como elementos generadoras de Claims.

Digamos que Bases de Licitación, se refiere a un dossier que contiene todas las disposiciones, condiciones y procedimientos para efectuar una licitación y para el control administrativo de la obra durante su ejecución y hasta su liquidación final.

Algunos documentos típicos de este dossier son:

·       Bases Administrativas Generales, son parte esencial del contrato a suscribir.

·       Conjunto de normas y requisitos generales, de carácter corporativo, que regulan la contratación de las obras de construcción. Contienen disposiciones sobre procedimientos y términos que regularán y a los que deberá ajustarse el desarrollo de un contrato y las relaciones entre el Mandante y el Contratista que se lo adjudique, incluyendo las etapas previas a la suscripción del contrato y las posteriores a su liquidación.

·       Bases Administrativas, son parte esencial del contrato a suscribir. Definen los alcances de una licitación y establecen las características particulares del objeto, encargo licitado, incluye los requisitos que deben cumplir los licitantes, las reglas del concurso o propuesta, las obligaciones y derechos de las partes, forma de pago, modalidad del contrato, garantías, sanciones, multas y premios, entre otras disposiciones que se deberán cumplir y respetar durante la ejecución de una obra.

·       Bases Técnicas, son parte esencial del contrato a suscribir. Contienen todos los requerimientos técnicos que permiten definir el Alcance y Calidad del Encargo (planos y documentos de ingeniería, Procedimientos e Instructivos, Reglamentos y Estándares), Instrucciones a los proponentes, Condiciones del contrato,

·       Bases de Medida y Pago, son parte esencial del contrato a suscribir. Contiene todos los conceptos sobre los cuales se pagará cada una de las partidas del itemizado de presupuesto. Características de cada partida, el precio unitario y la forma de medir la cantidad ejecutada para proceder a su pago.

Como se podrá inferir, la cantidad de datos e información que conforman las bases de licitación, es enorme. De allí que las bases de licitación sean una fuente importante de controversias, toda vez que la generación de los documentos proviene de diferentes fuentes y no existe una instancia conocida que esté encargada de hacer la integración y coherencia de esa información. Normalmente, cada conjunto de documentos se carga como paquete informativo a la base de licitación.

La base de licitación es fuente de controversias en lo que dice relación con la “Preparación de las Bases”, respecto a:

·       La Interpretación de frases y textos, lo que dice relación con la redacción de los documentos y el buen uso del vocabulario preciso, de modo de no afectar aspectos legales de los diferentes conceptos, parte de la información entregada.

·       La coherencia de los datos transmitidos, mismos números, mismas conclusiones, mismas definiciones, lo que dice relación con la validez y trazabilidad de los datos, de modo que no exista la posibilidad de interpretación sobre los mismos.

·       La vigencia del dato informado, lo que dice en relación con la actualización de la información y el uso de documentos última versión, en especial especificaciones técnicas y planos con verificación topográfica y trigonométrica validada.

·       La subjetividad de algunas redacciones, que dice relación con falta de claridad y especificidad de los contenidos.

·       Lo extenso de redacciones con acápites que no agregan valor, lo que dice relación con la capacidad de síntesis del redactor.

·       La falta de rigor y prolijidad en la preparación de la documentación de licitación, lo que dice relación con la manida costumbre de “cortar-pegar” desde documentos parecidos, teniendo absoluta indolencia respecto a que cada proceso de licitación, documentación incluida, es única e irrepetible.

·       La poca transparencia de la presentación de alguna documentación, donde de manera expresa no se hace mención a riesgos del encargo

·       La descripción del Alcance del encargo, en la base técnica, debe ir acompañado por la Estructura de desglose del Trabajo a nivel 4 a lo menos.

·       En la descripción del plazo de ejecución y el cronograma de cumplimiento de hitos, la ausencia del cronograma de ejecución según el mandante, el cual es parte de la información en carácter referencial.

Las bases de licitación son únicas, se trate de licitación de contratos de Ingeniería, Construcción y Montaje, en la modalidad de que se trate, convencional, EPC, EPCM, BOT.

Sin entrar a fondo en este campo, cabría señalar, que la tarea de construir no es de naturaleza repetitiva y que cada trabajo de construcción es único; que el constructor se mueve de uno a otro lugar de trabajo y cada lugar se caracteriza por diferentes condiciones físicas, diferentes códigos y leyes de construcción, distintos inspectores, ingenieros, sindicatos y trabajadores y…

Que el ingeniero, la institución financiadora, los proveedores de materiales, los materiales, los agentes gremiales y los empresariales difieren de lugar a lugar, todo lo cual crea condiciones potenciales de discrepancias.

Post 37: Administrador de Contrato o Ingeniero en Claims, ¿quien asegura la mejor solución en una controversia?

(por Antonio Iribarren Wilfredo Solano, Consultores Senior QDRclaims)

Claim es el requerimiento de una compensación económica adicional por trabajos que se consideran no incluidos en el contrato, o ampliación de plazos de ejecución para la finalización de los trabajos -o ambos- que se ha hecho o que se cree haberlo hecho;  Claims es un NO commodity, no se enseña en la academia, ni existe un recetario de cómo resolverlos; Ingeniería de Claims, es la práctica de ingeniería dedicada a la gestión del Claim de un Contrato, que involucra un conjunto de reglas para aplicar áreas de conocimientos, metodologías, técnicas y herramientas a los procesos Claims.

Un Ingeniero en Claims, es aquel profesional cuyo conocimiento, juicio y experiencia se utilizan en la aplicación de técnicas, herramientas y metodologías a la recuperación de daños plazos / costos y la asignación de responsabilidades por las desviaciones excusables / compensables de los contratos, a diferencia de un Administrador de Contratos (o gerente de proyecto, según el uso y costumbre local), que es la máxima autoridad a cargo del Contrato, nombrado y empoderado por la organización, para liderar y llevar a cabo el trabajo definido, e implementar los cambios aprobados para alcanzar los objetivos del Contrato, proporcionando la dirección general del trabajo del Contrato.

El Administrador está permanentemente involucrado con su contrato, condición que significa necesariamente una visión sesgada del mismo  al momento de surgir problemas durante la ejecución (Claim), lo cual puede configurarse como un incentivo perverso, en la medida que sea el administrador quien no quiera revelar su propia responsabilidad y el verdadero valor del daño causado: en la industria de proyectos de ingeniería y construcción (contratos EPC, EPCM, e incluso NEC), es frecuente encontrar administradores de contratos  que erradamente extrapolan su experiencia ganada a lo largo de su recorrido por la ejecución contractual, con la capacidad y conocimiento para gestionar Claims.

Un experimentado administrador de contratos dista mucho de ser catalogado de manera instantánea como un “experto claimista”, ya que no ha desarrollado la habilidad de determinar la relación causal entre derecho y daño, ni maneja a discreción la diversidad de mecanismos a utilizar, para  la presentación y la fijación de precios de los daños excusables / compensables, por los problemas surgidos, durante la ejecución de un contrato: no basta ni es suficiente, ser un “muy buen o excelente analista contractual”.

Los mandantes ante la oportunidad de levantar un Claim a un contratista o viceversa, descartan la necesidad de contar con un soporte experto y suelen confiar dicha tarea al mismo administrador del contrato desde donde se origina la disputa. El objetivo no es alcanzar la mejor solución posible al conflicto, en términos de  compensaciones exigibles, sino ahorrar gastos de gestión.      

Así, la sustentación del caso por parte de un administrador de contratos que busca reducir su responsabilidad en la controversia, no resulta robusta y es fácilmente rebatible, ya que el administrador buscará traspasar a la otra parte injustificadamente, parte los costos de su poca diligencia. En un contexto tal, es altamente probable que arribar a una solución de la controversia tome mayor tiempo, incremente los costos de transacción y signifique un menor valor de las compensaciones exigibles.           

Contrariamente, un Ingeniero en Claims es un observador imparcial (esta fuera del contrato), ha desarrollado la capacidad de establecer de manera suficiente y neutra las responsabilidades entre las partes y; por tanto, los montos de los pagos que compensen equitativamente a cada una de ellas en la relación contractual, en un menor plazo y a menores costos de transacción.

En síntesis, un ingeniero en Claims asegura cumplir con el objetivo de lograr la compensación óptima, en el menor plazo acotando los costos de transacción para ambas partes: un juego ganar-ganar.  

Estimado lector, según tu conocimiento y experiencia, tal vez te interese examinar otros artículos similares: si ese fuera el caso, QDR pone a tu disposición https://qdrclaims.com/comunidad-repositorio/

Post 35: De administrador de contrato a Ingeniero de Claims

(por Antonio Iribarren y Wilfredo Solano, Consultores Senior QDRclaims)

En la industria de proyectos de ingeniería y construcción (contratos EPC, EPCM, e incluso NEC), es frecuente encontrar administradores de contratos (o gerentes de proyecto, según el uso y costumbre local) que erradamente extrapolan su experiencia ganada a lo largo de su recorrido por la ejecución contractual, con la capacidad y conocimiento para gestionar Claims.

Vamos por partes: un Contrato es “un acuerdo jurídicamente vinculante entre dos o más partes”. El acuerdo, es decir el Contrato y la “La Ley del Contrato” consustancial al acuerdo y sus complejidades, se debe Planificar, Organizar, Ejecutar, Controlar y Coordinar por cada parte, es decir ADMINISTRAR, según la condición de mandante o contratista y según sus intereses. Tanto el mandante como el contratista administran el contrato con finalidades similares (cumplimiento del alcance, del plazo y el presupuesto, identificación temprana de controversias, etc.).

Administrar implica poner recursos en acción para lograr un resultado esperado, direccionando el trabajo de otros y; para garantizar el éxito del Contrato, todos los integrantes del equipo -en particular el Administrador de Contratos- deben tener un completo y acabado conocimiento del alcance de los trabajos; de los términos contractuales para poder identificar cambios en el encargo; de las actividades consideradas como controversiales; y de la gestión del contrato.

  • Administración de Contratos, es la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas a actividades del contrato para cumplir con los requisitos del mismo, que requiere –en opinión del columnista entre otros- la gestión eficaz de al menos 27 procesos de los Grupos de Procesos (Planificación, Ejecución, Seguimiento y Control y del Cierre) y las 10 áreas de conocimientos del PMBoK.
  • Administrador de Contratos, es la máxima autoridad a cargo del Contrato, es la persona nombrada y empoderada por la organización, para liderar y llevar a cabo el trabajo definido, e implementar los cambios aprobados para alcanzar los objetivos del Contrato, proporcionando la dirección general del trabajo del Contrato. No es mejor Administrador de Contratos el que no muestra cambios en su contrato, sino que aquel que los sabe conducir mejor.
  • Administrar un Contrato, es administrar un Negocio, y la gestión por el resultado del negocio queda en manos de una sola persona, de principio a fin: el Administrador de Contrato.

Por otra parte, Claim es el requerimiento de una compensación económica adicional por trabajos que se consideran no incluidos en el contrato, o ampliación de plazos de ejecución para la finalización de los trabajos -o ambos- que se ha hecho o que se cree haberlo hecho. Claims es un NO commodity, no se enseña en la academia, ni existe un recetario de cómo resolverlos.

  • Ingeniería de Claims, es la práctica de ingeniería dedicada a la gestión del Claim de un Contrato, que involucra un conjunto de reglas para aplicar áreas de conocimientos, metodologías, técnicas y herramientas a los procesos Claims.
  • Ingeniero de Claims, es aquel profesional cuyo conocimiento, juicio y experiencia se utilizan en la aplicación de técnicas, herramientas y metodologías a la recuperación de daños plazos / costos y la asignación de responsabilidades por las desviaciones excusables / compensables de los contratos.
  • Gestionar un Claim, es la habilidad adquirida para elegir y aplicar métodos, técnicas y herramientas para valorar y dimensionar suficientemente los daños ocasionados y cuya finalidad es lograr un estado mutuamente beneficioso para las partes involucradas.

Los Claims, forman parte integral del proceso de ejecución del contrato, de tal modo que un Ingeniero de Claims que administra un contrato, sabe con mucha antelación -desde la génesis del contrato- que habrá Claims que gestionar. Son de naturaleza desconocida, por lo que su tratamiento debe ser según sus características:

  • Requiere de conocimientos técnicos, económicos y jurídicos contractuales
  • Es una práctica, pero también es un arte: permite resolver una controversia con mutuo beneficio para ambas partes.
  • El éxito se basa en el comportamiento humano por lo que requiere: técnica, tratamiento de relaciones humanas y buena comunicación.
  • Aportan el resultado económico del contrato.

Una vez iniciados los trabajos de los contratos, aparecen las Órdenes de Cambio; Órdenes de Cambio no resueltas, normalmente se transforman en Controversias (cuando surge una controversia, ningún tipo de acuerdo está garantizado: solo resta gestionarlas y mitigarlas); Controversias que no logran converger a una definición en que las partes reconocen estar de acuerdo (en el ámbito de los Administradores de Contrato Mandante / Contratista), escalan a los sponsor y se transforman en Conflictos; Conflictos no resueltos, se transforman en Claims; y Claims en los que no se llega a acuerdo, devienen en Litigios: Arbitrajes o derechamente, Juicios.

El administrador es un sujeto permanentemente involucrado desde dentro con el contrato, condición que significa una visión sesgada del contrato al momento de surgir problemas durante la ejecución; en cambio un “claimista” ha aprendido a observar de manera imparcial (desde fuera del contrato) las dificultades en su ejecución y ha desarrollado la capacidad de establecer de manera suficiente y neutra, las responsabilidades de las partes y; por tanto, los montos de los pagos que compensen eficientemente a cada una de ellas en la relación contractual.

Un experimentado administrador de contratos dista mucho de ser catalogado de manera instantánea como un “experto claimista”, ya que no ha desarrollado la habilidad de determinar la relación causal entre derecho y daño, ni maneja a discreción la diversidad de mecanismos a utilizar, para  la presentación y la fijación de precios de los daños excusables / compensables, por los problemas surgidos, durante la ejecución de un contrato.

Las horas de vuelo requeridas para ser un experto Ingeniero de Claims, no radican únicamente en “conocer el contrato al dedillo”; es decir tener un conocimiento cabal y pormenorizado de cada una de las cláusulas que asignan derechos a cada una de las partes, sino implica establecer claramente la relación causal entre los derechos identificados y definidos con los daños a ser resarcidos, en términos de plazo y costo y; definir el mecanismo (técnica, herramienta, metodología) que permita valorar debida y suficientemente el total de daños excusables y compensables (recuperables), facilitando una solución mutuamente beneficiosa entre las partes de un contrato 

En síntesis, hay un largo trecho que recorrer para pasar de ser un eficiente administrador de contrato, a convertirse en un experto gestionando un Claim: QDR le brinda el camino más corto para lograr los mejores resultados, contando con una plantilla de expertos súper senior, de alta calificación, con miles de horas de experiencia en terreno, para poner a su disposición la solución que más se ajuste a su necesidad.

Estimado lector, según tu conocimiento y experiencia, tal vez te interese examinar otros artículos similares: si ese fuera el caso, QDR pone a tu disposición https://qdrclaims.com/comunidad-repositorio/