(por Antonio Iribarren y Javier Linares, Ingenieros Consultores Senior QDRclaims)
El término “Cuidar el
Contrato” es un slogan que QDR se encuentra promoviendo en el medio local y
que en general incluye los siguientes conceptos:
1. El “Análisis de Brechas Contractuales”: determinar riesgos y
oportunidades.
2. La “Gestión de Controversias”: recoger la información y
generar indicadores diariamente, que den cuenta de las desviaciones que se
producen en la etapa de operación del contrato (proceso de ejecución), y
3. La “Gestión del Contrato”: asegurar el cumplimiento de los
compromisos adquiridos en el contrato y durante su desarrollo.
Para el caso de presentarse
controversias que escalan hasta conflictos, lo que sigue:
a. Preparación de Solicitudes de Compensación.
b. Apoyo al proceso de Negociación de Solicitudes de Compensación.
c. Apoyo al Proceso de Conciliación: de existir conflicto se debe
resolver vía Conciliación y/o Arbitraje. Por lo tanto, en la medida que vayan
apareciendo conflictos se debiera ir preparando una Solicitud de Compensación.
d. Preparación para Arbitraje: Si no hay acuerdos por la vía
Conciliación, se debiera Preparar el Arbitraje, con lo que a juicio nuestro
significa en trabajo.
QDR está de acuerdo con que el
posicionamiento estratégico para gestionar Oportunidades y/o Riesgos
contractuales, deriva en primer lugar de la disposición del cliente para llevar
adelante un proceso de Claim, de la cantidad y calidad de información contractual
disponible, de la capacidad del cliente para aceptar una historia neutra del
contrato libre de sesgos, del cumplimiento del contrato.
QDR también postula que un
proceso judicial, casi siempre, es la peor opción para resolver un conflicto
contractual: menos comercial, suele ser largo, costoso y agresivo, a la vez
que el constante aumento y la complejidad y ralentización de las causas
sometidas a la decisión de los tribunales. QDR desaconseja el pleito, no
renunciar a él, pero promueve y recomienda aplicar Técnicas de Resolución
Alternativa de conflictos (Negociar, Mediar, Conciliar, Arbitrar).
Las preguntas que emergen son:
· En qué momento debe iniciarse
el “Cuidado del Contrato”?; ¿se puede prevenir o simplemente se deben gestionar
loscambios?
· Es una labor exclusiva del
Contratista?
· El Mandante debe igualmente
“cuidar el contrato”?
Para responder estas preguntas
debemos asumir la perspectiva de cada parte, por lo que el análisis se
desarrolla según los siguientes casos:
A. Visión del Mandante
· Materializar un proyecto es el
esfuerzo de las diferentes áreas de una empresa, como ejemplo para un proyecto
de construcción se requiere la participación de las áreas de: ingeniería,
construcción, control de proyectos, RRII y RRCC, QA/QC, HSE, seguridad, contratos
y asesoría legal. El aporte de cada una de ellas se consolidará en un
“Contrato”.
· La interrelación entre las
diferentes áreas no siempre es fluida y por lo tanto constituye esta falta de
comunicación como la principal fuente de desviaciones.
· Otro factor es el tiempo; se
producen atrasos en el desarrollo de la concepción del servicio, se asumen
criterios muy conservadores, se minimizan riesgos o no se investiga con
amplitud las diferentes variables ingenieriles, lo que al final produce un
documento incompleto o inexacto.
· Al momento de evaluar las
propuestas de los diferentes postores, usualmente toma como principal base de
calificación el menor costo.
B. Visión del Contratista
· El proceso de licitación de la obra es muy limitado y realiza una
propuesta técnica-económica asumiendo riesgos altos o en desconocimiento de
algunas partes del alcance del Contrato.
· Asume como válidos todos los
enunciados del contrato y no toma cabal conocimiento de la zona donde se
realizarán los trabajos y todas sus condicionantes y limitantes.
· En el deseo de adjudicarse la
obra asume rendimientos altos y no prevé posibles problemas de cumplimiento.
· El personal calificado y
especialista que ejecutará la obra todavía no ha sido convocado, por lo que el
análisis de la propuesta se realiza por personal de oficina y no de campo.
Comúnmente el personal que preparó la propuesta no participa directamente en
campo.
Entonces, para responder las
preguntas anteriormente expuestas puede decirse que:
i. En qué momento debe iniciarse el cuidado del Contrato?
· Para el Mandante, desde el
momento que se inicia el proceso de licitación, de manera de corregir a tiempo
cualquier error u omisión.
· Para el Contratista, desde el
momento en que recibe la documentación base para elaborar su propuesta técnico-económica,
la identificación de cualquier desviación servirá para evidenciarla en el
proceso de preguntas y respuestas, las que integradas al Contrato, serán la
base para trámite de compensaciones.
ii. Es una labor exclusiva del Contratista?
· Definitivamente
no, pero sí debería ser de mayor interés por cuanto significa incremento en su
expectativa de negocio cuando las solicitudes de compensación se tramitan
oportunamente.
iii. El Mandante debe igualmente cuidar el contrato?
· Sí; sea que los cambios se produzcan
por diferencias en las condiciones reales versus aquellas estimadas en el
Contrato o, a solicitud del Mandante, todo cambio debe ser gestionado a tiempo,
dado que involucra normalmente incrementar el presupuesto de obra.
Si éste no se solicita con la debida celeridad,
creará perjuicios económicos a la contraparte, lo que a larga genera
controversias, Claims, procesos arbitrales y hasta judiciales no deseables,
puesto que el riesgo para una operación en marcha siempre será mayor, en
términos de pérdidas económicas.
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