(por Antonio Iribarren, socio QDR con la colaboración de la abogada Afrodita Vásquez)
¿Podría tu organización defender técnica y contractualmente la ruta crítica si mañana surgiera un Claim?
En contratos de proyectos de construcción, disponer de un cronograma actualizado es una condición indispensable para ejercer un liderazgo efectivo y garantizar el control estratégico del contrato. No se trata únicamente de cumplir una formalidad técnica: se trata de contar con una herramienta que permita anticipar riesgos, tomar decisiones informadas y resguardar la posición contractual de la organización, de ambas partes.
Un cronograma que se actualiza de manera rigurosa y consistente revela con claridad ejecutiva, la relación entre el avance real y lo planificado, la evolución de la ruta crítica y el impacto de cualquier evento disruptivo. Esta información es crucial para los directores y project managers, pues habilita conversaciones estratégicas sobre recursos, plazos, costos y exposición contractual.
La ausencia de actualizaciones oportunas debilita la capacidad de respuesta, distorsiona la visión del contrato y compromete la posibilidad de sustentar con éxito posiciones en mesas de negociación, auditorías o procesos de resolución de disputas.
En la gestión de contratos de proyectos, un cronograma actualizado no es solo un documento técnico: es el instrumento central que articula la planificación, el control y la toma de decisiones. Su actualización periódica asegura que todas las partes compartan una visión común del avance real, identifiquen riesgos emergentes y gestionen oportunamente cualquier desviación que pueda comprometer hitos contractuales.
Cada actualización -que debiera quedar plasmado en una modificación de contrato-refleja la evolución auténtica del contrato y permite comparar el avance real con lo planificado. Esta trazabilidad es vital para evaluar impactos de eventos, gestionar cambios, analizar/evaluar atrasos y sustentar Claims con evidencia verificable. Sin un cronograma actualizado, cualquier análisis -técnico, contractual o forense- pierde objetividad y capacidad de defensa. (en los contratos estandarizados las actualizaciones del cronograma no son modificaciones de contrato, son obligaciones contractuales)
En QDR, acompañamos a las organizaciones a transformar el cronograma en un activo ejecutivo: una herramienta viva, técnicamente alineada a los estándares internacionales de análisis de cronograma y análisis de atrasos. Nuestro servicio garantiza que cada actualización refleje la realidad del proyecto con precisión y que las decisiones corporativas se basen en información confiable, oportuna y estratégicamente relevante.
Para QDR, un cronograma actualizado no es un requisito operativo, es un mecanismo de gobernanza, un blindaje contractual y una ventaja competitiva en la gestión del contrato: es proteger la integridad del contrato y fortalecer la posición contractual desde el primer día.