(por Antonio Iribarren y Christian Sepúlveda, Consultores Senior QDRclaims)
En el mundo de los Claims de
los contratos de proyectos de inversión:
· Según prácticas actuales (orden
de magnitud), los Claims se abordan un 95% post firma contrato, 5%
anticipadamente, y se compensa entre el 35-50% del monto del Claim solicitado.
· En el ámbito de los proyectos a
nivel mundial -en promedio-, cerca del 25% de la inversión significa
sobrecostos por cambios en el encargo, y 10% de la inversión significa
sobrecostos por Claims, lo que claramente amaga el Negocio.
Entonces, ¿cómo el Dueño enfrenta y paga estos costos? En
artículos anteriores, se postula que con la Reserva del Dueño (Management
Reserve, provisión para proteger el Negocio y no para proteger al
proyecto), y con esa forma “desconocida” para minimizar impactos por costos, la
elección y redacción del modelo de contrato a utilizar.
En esta oportunidad,
quisiéramos aportar -transparentando- otra forma de casi Perogrullo: la
elección de una firma consultora probadamente experta en Claims.
Sin pretender ser reiterativos:
· Claims es un NO commodity, no se enseña en la academia,
ni existe un recetario de cómo resolverlos: la confiabilidad y precisión en el
mundo de los Claims, es sinónimo de experticia como una forma de hacer
Negocios, resumida en el concepto Seniority.
· Todos los Claims son diferentes: la posibilidad que un Claim
sea igual a otro, es casi imposible. Algunos -dentro de los que nos incluimos-
han definido que la probabilidad que un Claim sea igual a otro, es diecinueve
factorial (basado probablemente en los 19 derechos que tiene el contratista de
recuperar con éxito daños plazo/costos y como es efectivo que cada Claim es el
producto de un mix de alguna de dichos derechos)
· Algunas personas/empresas
ingresan a la consultoría experta, ofreciendo soluciones Claims basadas en la
teoría, lectura y casi nada de práctica, en vez de hacerlo basado en las buenas
prácticas con homologación internacional, que probados especialistas y expertos
realizan en la gestión de Claims.
Comencemos con algo de
“filosofía”: como todo en nuestras vidas, para emprender cualquier tarea,
debiéramos tener claro cuales aptitudes, capacidades, conocimiento, experiencia
y en qué estado de aprendizaje nos encontramos.
Nada nos detiene en intentar
ampliar nuestros horizontes y probarnos en nuevas áreas de desempeño, traspasar
las barreras o fronteras que existen y que nuestro espíritu y voluntad, nos
impulsan para ir más allá.
Merodeando estas tentaciones,
están los costos que esta aventura tiene, además de desprenderse o alejarse de
aquello en lo que nos reconocemos (idealmente, nos reconocen) como eficientes y
eficaces, habiendo generado una estabilidad -tanto en lo laboral como
económico- justamente en lo que “hacemos bien”… iremos en un camino donde no
existe seguridad del resultado, ya que es base en este ejercicio que estos
siempre serán uno de tres:
1.
Éxito, como sea que lo vivamos,
hacer lo que nos apasione, relacionarnos con gente entretenida, conocer nuevos
lugares, generar más ingresos, etc.
Resultado: Felicidad, satisfacción, etc.
2.
Quedar igual, que solo sea un cambio por el
cambio, otro escenario, pero mismas variables que antes.
Resultado: Insatisfacción, conformidad, “al menos lo
intenté”.
3.
Perder, un cambio para peor, más
complicaciones, inversión con resultado negativo, tanto en tiempo como en
dinero.
Resultado: Insatisfacción, desengaño, depresión en
algún nivel, sensación de “para que lo hicimos?”
En el universo
profesional/laboral donde nos desenvolvemos -ya sea nosotros mismos como
nuestros colegas, amigos y conocidos-, también están pasando o pensando en
estas posibles transiciones, hay empresas que acometen estas aventuras y crean
nuevas áreas de negocio, donde formalizan estas intenciones o deseos de los
directorios y/o dueños y contratan personal, invierten tiempo y dinero y se
lanzan a ver qué ocurre.
Dado que son solo tres los
posibles resultados, en dos de ellos no valió la pena esta inversión, y la
empresa sencillamente se deshará de los profesionales que contrató para
apoyarla en este intento.
Ahora, ¿qué pasa con el
mercado? Aquel que fue cautivado por esta nueva “Área de Negocios” y que compró
estas propuestas, que más bien son promesas o deseos de entregar algo diferente
a lo que tradicionalmente esas empresas han hecho.
El proceso debiera ser el mismo
señalado para cada uno de nosotros, analizarnos, revisar las falencias,
corregir el desconocimiento y agregarlo (traerlo)… lamentablemente esto ocurre
poco, y lo que si vemos, es una potente promoción, marketing a granel, donde
estas empresas -por ejemplo de RRHH-, ingresan al mundo de la consultoría
experta con su gran nombre como escudo y un slogan subyacente “Como soy bueno
en selección de personal lo soy también en Claims y Resolución de Controversias”,
y puedo reclutar los “mejores talentos” Claims.
Suena muy atractivo, verdad?,
sin embargo es imprescindible considerar -entre otras- que la supuesta
habilidad para obtener información y transformarla en un conocimiento, será
rápida y fácilmente incorporable al Negocio de la organización, no es aplicable
a NO Commodities.
Claramente no es suficiente el
acervo del conocimiento en una persona, sino más bien, la suma de los
conocimientos de un equipo multidisciplinario ágil, innovador con amplia
experiencia en gestión de Claims y Resolución de Controversias/Conflictos.
En definitiva, nuestra
reflexión tiene que ver con nuestro sentido crítico, la discriminación que debe
existir para elegir tanto que hacer como con quién hacerlo. Volviendo a lo
humano, no es lo que hacemos cuando elegimos nuestros amigos?, Pareja?,
Socios?: no es lo que debiéramos hacer cuando elegimos quién nos aconsejará en
nuestras inversiones, planificación de nuestra jubilación, etc?
Entonces cuando tenemos que
elegir quien nos apoye en áreas donde carecemos de conocimiento ¿con quién
debiéramos ir?:
· Con el Aprendiz, que puede
tener grandes capacidades, habilidades y ganas de hacerlo bien, pero
-temporalmente hasta que pase a un mayor nivel de aprendizaje-, seríamos un
eslabón en su creciente experiencia?
· Con el Maestro, que tiene todo
el conocimiento, la experiencia y está dispuesto a enseñarnos a cómo hacer
nosotros el trabajo?
· Con el Experto, que sabe
perfectamente cómo hacer lo justo, no nos apartará de nuestro objetivo y
resuelve con nuestro mismo apoyo, lo que corresponda para seguir con tú
negocio?
Corolario: El conocimiento
experto de QDR, es la suma de los conocimientos de sus consultores y radica en
los procesos y la habilidad de modelar vez por vez los requerimientos de sus
clientes.
Estimado lector, según tu conocimiento y experiencia, tal vez te interese examinar otros artículos similares: si ese fuera el caso, QDR pone a tu disposición https://qdrclaims.com/comunidad-repositorio/